En el Siglo I Plinio mencionaba la existencia en tiempos de la República de dos campamentos militares junto a Norba Caesarina: Castra Caecilia y Castra Servilia. Se cree que el yacimiento que visitamos hoy es el primero de ellos, aunque siguen existiendo dudas al respecto. Fundado hacia el año 80 A.C. por el general Quintus Caecilius Metellus Pius durante las llamadas guerras sertorianas, en las cuales se enfrentó este general, enviado por Roma, contra el pretor Sertorio, rebelde a la República y a su dictador Sila.
Situado a 2,5 kms de Cáceres, junto a la carretera a Torrejón el Rubio y perfectamente señalizado, en la actualidad puede visitarse un interesante centro de interpretación y algunos puntos excavados del campamento situados en lo que serían algunas de las puertas de su muralla (en el centro de la imagen podemos ver los cinco puntos visitables y justo en medio de ellos, hacia donde se dirigen los caminos, el centro de interpretación).
Con forma rectangular y unas dimensiones de aproximadamente 399 x 680 metros llegó a albergar de forma permanente una o dos legiones, es decir, entre 6.000 y 12.000 hombres. Su diseño era muy sencillo, se componía de una muralla perimetral y dos caminos centrales perpendiculares que iban de lado a lado y en cuyo centro se encontraría el Cuartel General y la vivienda del praetorium, además de posiblemente un pequeño templo.
La muralla estaba formada por dos lienzos construidos con bloques de piedra sin trabajar, separados entre sí unos 3,5 metros, rellenando este espacio entre las paredes con tierra y restos de piedra. Cada cierta distancia se construía un muro transversal para consolidar la muralla.En el exterior, la muralla estaría rodeada por un doble foso. En la fotografía siguiente se puede apreciar la esquina nordeste del campamento, donde podemos distinguir el doble foso y restos de la muralla.
En la siguiente fotografía se puede observar la estructura de la muralla: las dos paredes de piedra, unidas cada cierta distancia por un muro transversal, y el espacio entre ellas relleno de tierra.
Se cree que el campamento contaba con cinco puertas de entrada de entre 4 y 6 metros de anchura y que no eran más que una interrupción de la muralla en la cual se adosaba la puerta de madera y sobre la que posiblemente se construía un parapeto frontal. El foso se interrumpía a la altura de la puerta, y en su lugar lo que se hacía era construir un foso rectangular por delante del doble foso defensivo y paralelo a la puerta, con lo que se dificultaba el acceso en caso de ataque.
En el lado oeste, la llamada Porta Principalis Sinistra presenta dos peculiaridades con respecto a las demás: a cada lado de la puerta, sobre la muralla, se levantaban dos torres y el foso no se interrumpía a la altura de esta puerta:
De cada puerta partiría una calzada que llegaba hasta el otro extremo del campamento y alrededor de las cuales se organizaban las edificaciones del campamento, los barracones o tiendas de la tropa, la vivienda del praetorium, el Cuartel General, el pequeño templo antes mencionado, e incluso algunas tiendas o tabernae. Adosadas a la muralla también existían algunas edificaciones como se puede comprobar por los restos hallados en algunos tramos.
Esquina Noroeste:
En el Museo Arqueológico Provincial de Cáceres, en el Palacio de las Veletas, se exponen algunas piezas de orfebrería, cerámica y pequeñas estatuillas y figuras realizadas en bronce y terracota halladas durante la excavación de Castra Caecilia.
En una ciudad como Cáceres, un lugar como éste suele olvidarse. Son sólo piedras. Sí, piedras de hace dos mil años. Piedras que son los cimientos de los palacios que hay un poco más allá.
Con forma rectangular y unas dimensiones de aproximadamente 399 x 680 metros llegó a albergar de forma permanente una o dos legiones, es decir, entre 6.000 y 12.000 hombres. Su diseño era muy sencillo, se componía de una muralla perimetral y dos caminos centrales perpendiculares que iban de lado a lado y en cuyo centro se encontraría el Cuartel General y la vivienda del praetorium, además de posiblemente un pequeño templo.
La muralla estaba formada por dos lienzos construidos con bloques de piedra sin trabajar, separados entre sí unos 3,5 metros, rellenando este espacio entre las paredes con tierra y restos de piedra. Cada cierta distancia se construía un muro transversal para consolidar la muralla.En el exterior, la muralla estaría rodeada por un doble foso. En la fotografía siguiente se puede apreciar la esquina nordeste del campamento, donde podemos distinguir el doble foso y restos de la muralla.
En la siguiente fotografía se puede observar la estructura de la muralla: las dos paredes de piedra, unidas cada cierta distancia por un muro transversal, y el espacio entre ellas relleno de tierra.
Se cree que el campamento contaba con cinco puertas de entrada de entre 4 y 6 metros de anchura y que no eran más que una interrupción de la muralla en la cual se adosaba la puerta de madera y sobre la que posiblemente se construía un parapeto frontal. El foso se interrumpía a la altura de la puerta, y en su lugar lo que se hacía era construir un foso rectangular por delante del doble foso defensivo y paralelo a la puerta, con lo que se dificultaba el acceso en caso de ataque.
En el lado oeste, la llamada Porta Principalis Sinistra presenta dos peculiaridades con respecto a las demás: a cada lado de la puerta, sobre la muralla, se levantaban dos torres y el foso no se interrumpía a la altura de esta puerta:
De cada puerta partiría una calzada que llegaba hasta el otro extremo del campamento y alrededor de las cuales se organizaban las edificaciones del campamento, los barracones o tiendas de la tropa, la vivienda del praetorium, el Cuartel General, el pequeño templo antes mencionado, e incluso algunas tiendas o tabernae. Adosadas a la muralla también existían algunas edificaciones como se puede comprobar por los restos hallados en algunos tramos.
Esquina Noroeste:
En el Museo Arqueológico Provincial de Cáceres, en el Palacio de las Veletas, se exponen algunas piezas de orfebrería, cerámica y pequeñas estatuillas y figuras realizadas en bronce y terracota halladas durante la excavación de Castra Caecilia.
En una ciudad como Cáceres, un lugar como éste suele olvidarse. Son sólo piedras. Sí, piedras de hace dos mil años. Piedras que son los cimientos de los palacios que hay un poco más allá.
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