miércoles, 15 de septiembre de 2010

Pinturas rupestres de La Calderita, en La Zarza

Al abrigo de un roquedo, en la Sierra de La Calderita, en La Zarza, se encuentra un ejemplo muy bien conservado de pinturas rupestres de tipo esquemático de nuestra Prehistoria.
Su localización en el tiempo no es muy fácil: la sitúan entre finales del Neolítico hasta el Calcólitico, adentrándose incluso en el Bronce inicial (IV - I Milenio A.C.). Una pequeña franja de 3.000 años tampoco es tanto, muy preciso no es, pero esto no es una ciencia exacta, claro.

Su localización en el espacio es mucho más sencilla. Se puede acceder por dos lugares perfectamente señalizados. En la carretera entre Alange y La Zarza, poco antes de llegar a la Zarza, veremos un cartel de la Junta de Extremadura que señala el camino. Por allí llegaremos a un cruce donde hay una explotación ganadera y allí, tomando el camino de la derecha, se sube ya directamente hasta el abrigo donde se encuentran las pinturas. También se puede tomar una pequeña carretera de circunvalación que rodea La Zarza (Z-30), y donde también encontraremos una señal indicando que a la derecha llegamos hasta las pinturas. Este camino nos llevará recto hasta el abrigo.


En la fotografía vemos el abrigo donde se encuentran las pinturas, delimitado por un cerramiento (siempre abierto) que las protegen.
Las pinturas se encuentran sobre varias lajas de roca y representan sobre todo figuras zoomorfas y antropomorfas de difícil identificación y de trazos muy sencillos.


Las formas más perfectamente visibles son esta especie de figuras animales ¿quizás una representación de ciervos?. Podríamos jugar al test de Rorschach... ¿qué es para ti este dibujo?


Estas pinturas solían aplicarse directamente con el dedo, o bien con la ayuda de una especie de pinceles de pelo o pluma de animal y el color rojizo se obtiene al utilizarse para los dibujos óxidos férricos, posiblemente abundantes en la zona, procedente de hematites, ocres o limonitas, machacados y disueltos en agua o grasas animales o vegetales.


En esta zona también se han hecho numerosos descubrimientos de restos del Paleolítico. Muy próximos al abrigo se hallaron piezas elaboradas sobre cuarcita y sílex, pequeñas lascas labradas, que formarían parte de puntas de lanza o utilizadas como elementos cortantes. Todo ello nos da una idea de la antigüedad de los asentamientos humanos en estas sierras de "Peñas Blancas" y nos permite situar, quizás, en esta zona, el origen de nuestras pequeñas historias.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Basílica de Casa Herrera en Mérida


A unos seis kms. de Mérida y apartada de los circuitos turístico habituales de Mérida, encontramos otro tesoro arqueológico: los restos de la Basílica Paleocristiana, hispano-visigoda, "Casa Herrera", del año 500 aproximadamente.


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No es fácil de encontrar: hay que llegar hasta las Tres Fuentes, en Mérida, tomar la carretera de Cáceres, y nada más pasar el río Albarregas girar a la derecha. Si seguimos la calle, que en principio va paralela al Albarregas, llegaremos a un camino de tierra donde ya nos iremos encontrando las indicaciones de la Basílica, que se adentra bastante en el campo, pasando bajo la autovía.



Debió tratarse de un templo de unas considerables dimensiones para las construcciones de la época, y aunque en la actualidad tan sólo se conserva su planta, podemos hacernos una idea muy aproximada de cómo fue. En ella se hallaron numerosos fragmentos decorativos, inscripciones sepulcrales y sarcófagos.
Poseía dos ábsides, dos altares, situados en la nave central uno frente a otro: el principal y un contraábside, seguramente dedicado a las reliquias de algún mártir y que puede ser consecuencia de una herejía, el Donatismo, por la cual se idolatraban restos de mártires muertos en defensa del cristianismo.


En la fotografía, en primer plano estaría el contraábside y el del fondo sería el altar principal, situados en la nave central, delimitada por columnas.

Entre las piezas descubiertas en Casa Herrera se encuentra este fragmento de tablero de la Mesa del Altar del contraábside, de mármol de Borba, y en cuya base inferior se encuentra una inscripción alusiva quizás al mártir al cual se dedicaba el mencionado Altar (Colección de Arte Visigodo del MNAR):


Otra singularidad de esta Basílica y de las cuales sólo existen diez en la Península Ibérica, sería su pila bautismal por inmersión. Se trata de una piscina bautismal, estrecha y profunda, propia de los primeros tiempos del cristianismo. Se entraba en ella dando la espalda al oeste, bajando siete escalones, y saliendo hacia el oriente, hacia el amanecer, subiendo otros siete escalones. Se encontraba en un pequeño anexo, junto al altar principal.

En la fotografía podemos ver la pequeña piscina bautismal.

Queda aún mucho por descubrir. Se cree que alrededor de la Basílica puede haber algún tipo de construcción, villas o incluso un convento. Todavía queda mucho por saber. ¿Será cierto que serviría el contraábside para custodiar reliquias de algún mártir? ¿Quién sería? ¿Habrá algún núcleo poblacional en las cercanías o la Basílica era un medio para acercar el culto a las zonas rurales? ¿Por qué fue abandonada? ¿Por qué fue olvidada?