lunes, 11 de mayo de 2020

Acueducto de las Herrerías, Campillo de Deleitosa (Cáceres)


Seguramente, a D. Eusebio González Martín, vecino de Guadalupe, alguien, más de una vez, le llamaría loco. 
Allá por 1917 decidió que iba a construir un canal desde la antigua presa de las Herrerías hasta lo más profundo de la Garganta de Descuernacabras, porque allí era el mejor lugar para construir una central hidroeléctrica que abasteciera de electricidad su negocio maderero. Después vendría el espectacular acueducto, y una segunda central aún más al norte, más canal, más trabajo, y más sueños cumplidos.



Powered by Wikiloc


Hay muchas formas de hacer esta ruta. Nosotros, en el mapa, hemos trazado una muy directa y fácil de realizar, que llega a un punto intermedio del canal y nos lleva hasta el Acueducto. En la propia página de Wikiloc podéis encontrar otras muchas que recorren su trazado completo, y que además os harán caminar entre parajes de singular belleza. Dependerá de vuestras fuerzas, pero no os arrepentiréis: naturaleza, aves, paisaje, cuevas y montes, historias, y gargantas de agua clara.

El Canal de las Herrerías se trata de un canal hidráulico de 7 kms., que a lo largo del tiempo llegó a dar servicio a tres centrales hidroeléctricas, y que en su parte central, para sortear el Arroyo Colmenar, toma la forma de un acueducto de importantes dimensiones (80 metros de longitud y hasta 10 metros de altura, con 30 arcos).

Su origen se encuentra en una presa y una primera central hidroeléctrica construidas en 1897 en la Garganta de Descuernacabras, junto a los restos de una antigua herrería del siglo XIV, hoy en ruinas pero de la que todavía se pueden ver los restos. Enclavada en una zona donde existían importantes minas de hierro desde los tiempos de Roma, y que siguieron en explotación posiblemente hasta el siglo XIX:




Esta primera central fue la que comenzó a utilizar D. Eusebio González para dar electricidad a su negocio maderero, pero pronto se le quedaría obsoleta y en 1917 decidió construir una segunda central que tomaría el agua de esta antigua presa a través de un canal hidráulico.
La construyó varios kilómetros al norte, en la confluencia entre el Arroyo Colmenar y el Arroyo Tornero, en el corazón de la Garganta de Descuernacabras.
Estaría operativa hasta el año 1952, cuando D. Eusebio acabó de construir una continuación del canal y una nueva central aún más al norte, ya muy próxima a Campillo de Deleitosa.



Este último tramo del canal comenzaba en un espectacular Acueducto, una elegante obra de ingeniería que se conserva en excelente estado y del que existen muy pocos ejemplos en pie en nuestra geografía nacional.

El Acueducto:






Ruinas de la central número 2, al fondo de la garganta. Recibía el agua directamente desde el Acueducto:


El último tramo del canal nos llevará hasta la tercera de las centrales hidroeléctricas, que empezó a estar operativa en 1953 y estuvo en uso hasta 1969. Durante su recorrido encontraremos los restos de las antiguas minas de hierro, al otro lado de la garganta, y podremos identificar perfectamente sus escombreras y sus antiguos edificios en ruina.


Y así, paso a paso, mejor despacio, como el agua mansa en verano, seguiremos hacia el norte, recorriendo el viejo canal de piedra y pizarra. Cruzaremos sobre algún arco más, que dejaba paso a los riachuelos que bajaban de la sierra y llegaremos a la última esclusa y a la última de las centrales.





Podemos bajar hasta el arroyo y visitar las ruinas de la central y si lo seguimos un poco aguas arriba, encontraremos los restos de algún viejo molino y de un pequeño puente de no se sabe cuando, de toda la vida. O podemos subir hasta Campillo de Deleitosa, y hacer una visita a sus calles y a sus gentes y tomar algo en su plaza frente a la iglesia. O podemos volver a casa. Aunque esto mejor no. Quedémonos aquí un poco más, mirando.



sábado, 2 de mayo de 2020

Castillo de los Castellanos en Cordobilla de Lácara


Otro pueblo perdido. Otro castillo en ruinas. Otras historias por contar.


Powered by Wikiloc

En Cordobilla de Lácara, tomando el camino perimetral del Embalde de Horno Tejero y después dirigiendo nuestros pasos hacia la Sierra de Estena, a unos seis o siete kms., encontraremos, entre un paisaje de dehesas y casi oculto tras las encinas, el llamado Castillo de los Castellanos o de la Moheda

El acceso es a través de un camino con servidumbre de paso, pero se cruzan numerosas fincas particulares, así que nos iremos acercando hacia él con el respeto que merece el trabajo y la paciencia de los demás, incluso el último tramo casi mejor hacerlo a pie, y disfrutar del campo, de las vistas y de los sonidos de la dehesa.


Tierra andalusí, ocupada desde el siglo IX por colonos de Códoba y Carmona, que dejaron su procedencia en los nombres de los pueblos cercanos (Cordobilla de Lácara, Carmonita), tras la reconquista y sobre los restos de un alcazaba posiblemente, en el siglo XIII se construyó este castillo para la defensa de los territorios conquistados, y alrededor de él se levantó una pequeña aldea, llamada de los Castellanos.



Fue cedida su propiedad en un primer momento a la familia Valverde (linaje de caballeros, siempre al servicio del rey de Castilla, cuyo I Señor de Castellanos fue D. Ruy González de Valverde; el IX Señor de Castellanos llegó a emparentar con la Casa Real de Castilla), como recompensa por los servicios prestados durante la reconquista, aunque después pasaría a manos del Mariscal García González de Herrera (“Alto de cuerpo y delgado, é de buena persona, é cuerdo y esforzado, é de buen amigo de sus amigos, pero muy malenconioso e triste, y que pocas veces se alegraba [...] muy verdadero en sus palabras, amó mucho mugeres, amores, y es bien de maravillar que franqueza y amores, dos propiedades que requieren alegría e placer, que las oviese hombre tan triste e tan enojoso”), para posteriormente formar parte de los dominios del Maestre de la Orden de Santiago.



Formado por una férrea muralla en bastante buen estado aún, a la que se encuentran adosados tres torreones circulares, destacan en él las dependencias principales, que aunque en ruinas, nos dejan una idea muy cercana de la importancia de la fortaleza, por su tamaño y proporción.


Construida sobre un afloramiento granítico, el acceso desde el sur se realiza a través de una suave loma, pero al norte se hace inexpugnable, al estar asentada sobre una elevación rocosa. 


Castillo incluido en la Lista Roja del Patrimonio, de la Asociación Hispania Nostra, por su actual estado de casi ruina, invadido por la vegetación

Cuantas luchas vividas, y cuantas luchas por contar. Sólo nos quedan unas ruinas y la imaginación