domingo, 16 de octubre de 2011

Ermita de Santa María de Cora



En el límite de los términos municipales de Almendralejo y Mérida, dónde acaba la vereda Perales, se encontraba la Ermita de Santa María. La talla de Santa María de Cora, que podemos ver en el altar mayor de la Parroquia de la Purificación de Almendralejo, de allí procede.


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En  este cruce de caminos se han encontrado monedas, lucernas y tumbas visigodas. Es zona de arroyos y manantiales habitada durante más de mil años y tuvo cortijos de labor, huerta y posada para los viajeros. No quedan restos en pie más que los de una pequeña noria cegada. En la siguientes fotos se puede ver la estructura de la noria y pequeños restos de tejas, ladrillos y cerámica que aparecen en la zona.







Es muy probable que el origen de este asentamiento fuese una villa romana. En una zona donde se han localizado restos de varias de ellas ("Pozo la Vieja", Teso de los Cantos", finca "Los Juncales", junto al arroyo Harnina...) y vistos los materiales hallados en el lugar, entre los que se encuentran varias monedas bajoimperiales, podemos deducir su posible origen romano.

Su continuidad en el tiempo está justificada por el hallazgo de enterramientos visigodos, y su nombre "Cora" (Santa María de Cora) nos daría la certeza de que estuvo habitada durante la dominación musulmana ("Cora" es una palabra árabe con la cual se designaban las demarcaciones territoriales en Al-Andalus).

El asentamiento se consolidaría con la Reconquista, la villa se cree que llegó a ser una posada, que después volvería a pasar a ser un cortijo, centro de la explotación agraria, se formó un pequeño núcleo de viviendas  y se construyó una ermita: Santa María de Cora. La talla que se veneraba en la ermita y que actualmente se encuentra en la parroquia de Nuestra Señora de la Purificación de Almendralejo está datada en 1530.

Se piensa que el asentamiento fue definitivamente abandonado durante la Guerra de la Independencia.